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Microbiografías de adolfo payés

viernes, 25 de enero de 2008

Premio Casa de las Américas 2008

Premio Casa de las Américas 2008

Gonzalo Rojas: tengo 90 años y sigo siendo fidelista

El poeta chileno Gonzalo Rojas, invitado el Premio Casa de las Américas 2008. Tengo 90 años y sigo siendo fidelista, afirmó hoy el poeta chileno Gonzalo Rojas al inaugurar el Premio Casa de las Américas 2008 con un discurso equivalente a una cascada poética vertida sobre el auditorio. (Ver discurso de Gonzalo Rojas) Ausente desde hace tres décadas de la Isla, que mantiene viva en su memoria, conserva una energía envidiable, que no escatima: Fidel puso a Cuba en la historia y lo saben las estrellas. Es un alegrón estar en Cuba. Adoro a Cuba, expresó. Estaba en Roma, recordó aludiendo al día en que recibió la noticia del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959. Leía el periódico esa mañana, y le dije a mi primogénito, Rodrigo, de 15 años: "a ver muchacho, de estas dos noticias cuál es la más importante": "¿La terrestre, la de de Fidel entrando en La Habana; o la otra, la del rastro en luna?. La de Fidel, me contestó Rodrigo, esa no va a pasar nunca", recordó. Haciendo gala de una erudición que lo alimenta como una segunda parte de sí mismo, del mismo modo que lo alimenta la savia de la región a la que pertenece, en su discurso de 60 minutos hizo un repaso por la geografía del continente, sus heridas, cultura y espíritu. De México a Perú, de Venezuela "al Brasil anchuroso, sin olvidar sus islas, sus bellísimas islas", América es la casa una y múltiple, dentro de las aguas, a la vez, señaló. Desde hace 90 años vivo en esas aguas, las diamantinas, las secretas, las ásperas, las convulsas, todas esas aguas que somos, precisó. Como en una imagen cinematográfica, desfilaron por su verbo poético los patriarcas del pensamiento y las letras americanas y universales, con una especial mención a los cubanos José Lezama Lima y Alejo Carpentier, "dos sistemas distintos de imágenes, cada uno en su luz". También lo fueron Quevedo, Cervantes, Góngora, dijo, para agregar: ¿Qué haríamos sin Rulfo, sin sor Juana, sin Octavio Paz, sin Alfonso Reyes, sin Borges, primo de Macedonio Fernández, el grande?". Rojas afirmó estar viviendo un rejuvenecimiento, "una especie de re-niñez. Lo único que me cansa es tanto mercadeo a costa de tanto pobrerío", lamentó. Tras reivindicar una poesía que es suma y cifra de oficio más oficio, armada sobre la base de la palabra ganada con imaginación, coraje y libertad, fustigó a los empresarios del libro. Que se coman entre ellos, lapidó. Con una modestia consustancial, dijo: siempre habrá otros para hablar del libro, del portento del libro, del futuro del libro, de esa especie de arcángel que vino del papiro. Lo lamentable, argumentó, es que ya empieza a ser proscrito del planeta por obra de la hibridez, de la malversación del pensamiento, de la plata y la muerte. Caos, globalización. Tras preguntarse ¿Qué será del libro, qué se va decir de pensante en las próximas décadas cuando el pantallazo informático lo haya consumado todo?, recomendó: Lean, sigan leyendo hasta el amanecer, hasta que se les seque, se les reseque el seso.

4 comentarios:

Sibyla dijo...

Qué lucidez tan aguda la de este poeta chileno.
Me gustó en especial la apreciación:
"América es la casa una y múltiple",
y la diferenciación de las aguas...

Intentaremos seguir leyendo y que el pantallazo no eclipse la razón de la lectura del libro entre las manos.

Un abrazo Adolfo!:)

adolfo payés dijo...

Profundo y directo como sus palabras
¨Arriemos la bandera ensangrentada con un inmenso viva Chile¨.
Me gusta mucho
un abrazo fraterno Sibyla

Nocturna dijo...

Adolfo, si el poeta recomienda: "Lean, sigan leyendo hasta el amanecer, hasta que se les seque, se les reseque el seso", es magnífico, y absuelve a mis noches de "culpa"...

:)

adolfo payés dijo...

eso si nocturna y mucho gracias