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El padre de Atahualpa Yupanqui tenía origen quechua y trabajaba para la Empresa de Ferrocarriles en Argentina. La madre era blanca y procedía de España, concretamente de Vascongadas. Su niñez transcurrió en una ciudad pequeña, en la cual él conoció de cerca la vida, la cultura y las costumbres del pueblo. Fue allí, donde él tomara contacto con los “paisanos” y los gauchos, con los reseros y baquianos. Su interés por la música se originó, cuando él- siendo niño y joven-, acudía a las faenas y a las fiestas de siembra y de cosecha, a los herrajes y a las kermesses, donde se oía canciones del viejo folklore argentino. En ese ambiente se familiarizó Atahualpa Yupanqui con las canciones y las estrofas rimadas de payadores y copleros. Su decisión para hacerse músico, guitarrista y cantante tuvo lugar, y se acrecentó, cuando él conociera en Buenos Aires- en los años treinta- a Antonieta Paula Pepín Fitzpatrick, conocida amante de la música que se hiciera su mujer, promotora y compañera.
En las canciones de Atahualpa Yupanqui encontraron la vida pueblerina y las labores agrícolas una recreación poética. Su lenguaje está así marcado por el sociolecto regional (lo que algunas y algunos denominan “el dejo”). El lenguaje y la ideosincracia en sus canciones corresponden al sector rural y popular. Atahualpa Yupanqui canta al paisaje de su tierra, al trabajo de sus habitantes en la pampa y en el predio, al amor entre hombre y mujer, a las cosas simples de la vida cotidiana. Temas como pobreza y orfandad, persecusión y encarcelamiento, represión y menosprecio incrementaron su repertorio poético y musical. El mismo fue observado y asediado por la policía entre los años 1946 y 1949, exactamente durante el primer período presidencial del General Juan Domingo Perón. Por esa fecha, estuvo el canta-autor argentino preso unos meses. Ya liberado, decidió emigrar de su país. El comenzó una serie de conciertos en Europa, especialmente en España y en F

Entre los años 1963 y 1964 inició el artista argentino una gira por Colombia, Japón, Marruecos, Egipto, Israel e Italia. Después de haber dado un apoteósico concierto en España, se proyectó hacia Francia, donde no solo tuvo éxitos similares, sino que decidó fijar a París como su lugar de residencia. Desde ese lugar, inició él algunas visitas a su país natal, pero ello se fue reduciendo. Una de las rezones radicó en el golpe militar del General Jorge Rafael Videla y en su iniciada “guerra sucia” (1976-1986) contra comunistas y socialistas, contra sindicalistas y estudiantes. El gobierno de Videla formó parte de la tristemente célebre “Operación Cóndor” que tuvo como objetivos neutralizar y/o liquidar a toda oposición y a todo movimiento popular. En esa campaña de “limpieza” participaron los gobiernos de Hugo Bánzer Suárez (Bolivia), de Augusto Pinochet Ugarte (Chile) y de Alfredo Stroessner (Paraguay), entre otros dictadores. Las consecuencias de la “Operación Cóndor” fueron secuestros y apresamientos, tortura y homicidio, forzado exilio o desaparición. Películas como “Estado de sitio” (1972) y “Desaparecido” (1982) del cineasta greco-francés Constantin Costa-Gavras, así como la película “De ojos garzos” (“Blue Eyed”, 1989) del alemán Reinhard Hauff, dan testimonio sobre ese trágico y sangriento capítulo de la historia de América Latina.
Atahualpa Yupanqui fue ejemplo a seguir para otras u otros artistas e intérpretes del folklore latinoamericano. El, como su paisanoy colega Horacio Guarany, ancentuó más lo indígena y lo tradicional. Ambos, juntamente con la chilena Violeta Parra, tendieron las bases para una nueva forma d


Atahualpa Yupanqui ha escrito algo más de 350 canciones que, en gran parte, han sido musicalizadas por él mismo. El ha escrito también varios libros, entre los cuales cabe destacar: “Piedra sola” (1939-40), “Aires indios” (1943), “Cerro Bayo” (1953), “Guitarra” (1960), “El canto del viento” (1965), “El payador perseguido” (1972), “Confesiones de un payador” (1984), “La palabra sagrada” (1984) y “La capataza” (1992). Sus canciones más conocidas y difundidas son “El arriero”, “Basta ya”, “Camino del indio”, “Coplas del payador perseguido”, “Los ejes de mi carreta”, “Indiecito dormido”, “Luna tucumana”, “Los hermanos” y “Los abuelos”.
“Don Ata”, así como solía llamarlo cariñosa y respetuosamente el canta-autor uruguayo Daniel Viglietti, murió al 31 de Enero de 1992 en París, muy lejos de sus pagos. Al 31 de Enero del 2008, habría él cumplido 100 años de nacimiento. Su arte y sus canciones están presentes, todo lo suyo vive en el recuerdo y ha ganado un lugar de honor en la memoria colectiva de América Latina. Dice al respecto una de sus canciones: “Y aunque me quiten la vida / o engrillen mi libertad / y aunque chamusquen quizá / mi guitarra en los fogones, / han de vivir mis canciones / en el alma de los demás.” (de: “El payador perseguido”). Víctor Bueno Román (Lima, 1949) es poeta, crítico literario y traductor peruano con obra publicada residente en Berlín. El escribe sobre temas culturales y político-sociales referidos a América Latina y al Cercano Oriente.
4 comentarios:
Adolfo:
Me siento impotente ante las "locuras reincidentes" que se cometieron con los artistas e intelectuales en muchas partes del mundo...
Me gustó mucho la nota de Víctor Bueno Román y me encanta pasar por este sitio.
Gracias.
Lo sé Nocturna yo también me siento igual...
Pero una cosa si siento desde siempre, es el aliento profundo de sus principios el que me da cotidianamente la esperanza de llegar un día a ser completamente libres como lo soñaron nuestros camaradas caídos...
Gracias y sigamos izando la bandera del amor profundo por la patria nativa...
Amigo Adolfo:
Te diré que he disfrutado enormemente con toda esta información, pues recuerdo que yo era muy chiquita, cuando Athahualpa vino a España, y como comentas tuvo un enorme éxito.
Siempre me indignó todas las injusticias, junto con torturas y desaparecidos, que tuvieron lugar en todos los países que mencionas.
Tengo pendiente hacer un post sobre Victor Jara, con la canción de fondo "Te recuerdo Amanda", para mí una de las más bellas canciones de amor.
Saludos desde España!:)
Don Atahualpa fue y sigue siendo referente de los viejos y nuevos artístas que están comprometidos con la realidad patética de nuestra Argentina pobre y bastardeada.
Yo por mi parte, lo admiro mucho porque además de pintar con sus canciones una realidad campesina, que poco ha cambiado, desde su época hasta la fecha; era uno de los músicos que escuchaba de niña junto a mi padres...
Aprovecho este comentario para dejarte un nombre de una canción que me parece que esta hecha para figurar en este blog.
Es una de mis canciones preferidas de un ARTISTA (con Mayúsculas) que se llama LEON GIECO y su canción es CINCO SIGLOS IGUAL.
http://www.youtube.com/watch?v=C4aFLyxM_ow&feature=related
Un saludo fraterno desde el SUR.
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