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Microbiografías de adolfo payés

lunes, 15 de septiembre de 2008

La creación - de Miguel Ángel Buonarroti

Miguel Ángel Buonarroti escultor de profesión y prácticamente esclavo del vaticano para realizar los murales en la capilla Sixtina.

Sin embargo no deseo abordar la calidad de su trabajo ni retocar temas de su biografía, simplemente deseo aportar un elemento, personal, de apreciación sobre una de sus principales obras - más conocida y emblemática - de las artes.


La creación, ese famoso mural en la que magistralmente el maestro Miguel Ángel expone su visión de la misma. Esta obra es un emblema en la pintura, con temas bíblicos decoran el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano. Tal vez el más reproducido, éste que vemos aquí, en la imagen, la creación del primer hombre, Adán. El creador desciende (volando) a gran velocidad, rodeado de ángeles se dispone a tocar la mano de Adán para insuflarle vida, aunque en el génesis se narra que lo acaba formando a partir de barro y con un hálito divino lo va a transformar en un ser vivo, la cumbre de la creación. Cuerpos prodigiosos, sensación de fuerza, vitalidad y movimiento; es arrebatadora esta escena del Génesis.


Las manos de la creación de Dios y de Adán, son manos que expresan en esencia el pensamiento mismo del hombre, tan claro en este mural. No hay en el pensamiento de Miguel Ángel como en toda la historia de la pintura. En ella, y esto es muy personal, en mi interpretación, la creación de Adán no es de Dios si no del hombre mismo y a la pintura me remito, mostrando pues, cómo la imagen de Dios, es el cerebro, materia gris del hombre, que por necesidad o inherente a él, el miedo a la muerte, así imbuido por temores, crea a Dios. Y para muestra de ese miedo, he ahí, las imágenes, tanto de la obra como del cerebro.

Adolfo Payés.

7 comentarios:

Nocturna dijo...

Muy bien, Adolf!

¡Me encantó esta entrada!

Si alguna vez, debimos crearnos mentalmente un DIOS para controlar los primeros desmanes del hombre, es decir "nuestros desmanes", pues ha sido una idea que reguló nuestras conductas morales.
Ahora, considero que para borrar definitivamente esa IDEA que "nos regula", debemos ser capaces como "seres humanos" de respetarnos los unos a los otros, cosa muy lejana en la práctica, amigo.

Mientras tanto, sólo habrá que tener esperanzas en que el hombre sea capaz, alguna vez, de dominar sus partes negativas.

¡Un abrazo fraterno!

adolfo payés dijo...

Gracias nocturna, por darte unas aleteadas por este espacio de nuevo, slaudos un abrazo

Patricia M. Sartor dijo...

¡tenés razón!
hace tiempo que venía pensando eso y no sabía cómo decirlo...
siempre el arte sale al encuentro de lo más profundo ¿qué lindo, verdad?
abrazos, Adolfo...
www.lisa.bligoo.com

aapayés dijo...

Gracias lisilla un abrazo

Ana María Espinosa dijo...

Genial Adolfo, hacía tiempo que no contemplaba una comparación artística tan impactante.

aapayés dijo...

Gracias ana muy fina de tu parte...

saludos un abrazo

BB dijo...

Muy interesante este análisis comparativo, el hombre a través de los tiempos ha sentido la necesidad de creer en algo superior que lo sustente, mirando mas allá y no buscando donde es que es dentro de si...
Gracias, Adolfo
Un abrazo, compañero con el amor de siempre.
Beatriz